Este es el caso de Estercilia Agudelo, una mujer emprendedora que aprendió de sus padres todo el proceso de recolección del café y así se lo transmitió a sus hijos (Lucelly, Fabian y Elkin) y nietas (Laura Milena y Valentina), está última apoyada por la Gobernación de Risaralda a través del Fondo Emprender, recursos con los que busca montar una espacio para comercializar cafés especiales que ella misma prepara.
Ella al igual que otras 345 mujeres, hacen parte de la población femenina beneficiada con los programas de emprendimiento de la Gobernación de Risaralda, los cuales se llevan a cabo desde la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad y que han permitido que cientos de féminas encuentran un sustento para ellas y sus familias.
Esta cafetera pura cepa madruga todos los días a preparar la deliciosa bebida, la cual hace con granos de su finca ubicada en la vía que conduce a la Serranía Alto del Nudo en Dosquebradas.
“Soy una enamorada del café y del campo, es el mejor lugar para vivir, para criar a los hijos. Tenemos una belleza inigualable, los hermosos paisajes, la tranquilidad y el aire que tenemos en el campo es la envidia de todos los que viven en las ciudades”, acotó Estercilia mientras disfruta del delicioso olor que producen los granos y árboles de café.
Con la satisfacción de no haber dejado morir la tradición cafetera, esta mujer recuerda como sus padres desde muy pequeña, la llevaban con sus hermanos a recoger los granos. En esa época no era un proceso tecnificado, simplemente salían con las ollas de la casa para almacenar el café y después llevarlo hasta la finca.
Ese proceso artesanal fue cambiando con la entrada del Comité de Cafeteros, entidad que empezó a enseñarle a los productores y recolectores técnicas para aumentar la producción y por ende los ingresos familiares.
Pero Estercilia no se quedó solo con la siembra, recolección y producción de café, en su empeño por seguir emprendiendo, montó en su finca un restaurante, hotel y con su nieta comenzó la elaboración de cafés especiales.
Afirma esta mujer que las veredas de la Serranía Alto del Nudo, gracias al trabajo de la Gobernación y la Alcaldía de Dosquebradas, se ha convertido en un epicentro del turismo de naturaleza, del biciturismo y de la gastronomía que se destaca por los platos típicos y el exquisito café.
El empuje y dedicación de Estercilia ha sido heredado por sus hijos y nieta, quienes gracias a las enseñanzas de esta mujer, se han transformado en embajadoras del café y de fortaleza, cariño y espíritu de las mujeres risaraldenses.
Este martes 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer, una fecha para resaltar la pujanza y el civismo de las mujeres del departamento, personas como Estercilia que envían un mensaje claro a las nuevas generaciones de no dejar perder cultura campesina y sobretodo seguir profesando ese amor por sus familias y por esta bella tierra con aroma y sabor a café.