La libertad y la paz religiosa en Risaralda es un hecho

El 4 de julio se conmemorará el Día Nacional de la Libertad Religiosa y de Culto

Desde hace casi 7 años y de manera conjunta, pero sobre todo dando ejemplo de paz, tolerancia, respeto por las diferencias y enfocados en el bienestar de las personas desde el punto de vista espiritual, social, es el trabajo que viene realizando el Comité Departamental de Libertad Religiosa y Culto.

John Jairo Acosta Restrepo profesional adscrito a la Secretaría de Gobierno del departamento, es la persona que coordina el comité y es el enlace con el Ministerio del Interior para los asuntos religiosos de Risaralda desde 6 años.

Mediante el decreto 1415 de 2018 se creó el comité y gracias al gobernador Victor Manuel Tamayo Vargas el comité cuenta con su respaldo, y también para la celebración del Día Nacional de la Libertad Religiosa y de Culto el 4 de julio.

El Comité está integrada por unas 15 denominaciones religiosas con personería jurídica: la Iglesia Ortodoxa Católica Cristiana, la Ortodoxa Griega y Rusa, las organizaciones cristianas como la Dulce Presencia de Dios, Apostólica Fe Alabanza y Poder, Cruzada Estudiantil y Profesional de Colombia, Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, Iglesia Católica Apostólica y Romana, Asambleas de Dios, Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, Iglesia veterocatólica nuestra señora de la alegría, Iglesia cristiana nueva Nación, Iglesia cristiana justificado por amor, Iglesia cristiana SETRI.

Se hizo una convocatoria para conocer quiénes integraban dicho comité, fue una elección popular previa convocatoria de todo el sector religioso. Se votó y por ello estas 15 denominaciones resultaron elegidas.

¿Cuál es la función del Comité?

Como su nombre lo dice, coadyuvar a mantener en el tiempo la libertad religiosa, ser garante de que los ciudadanos puedan expresar de manera libre y espontánea su credo y se dé cumplimiento al artículo 19 de la Constitución que dice: "Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley".

El coordinador del comité debió convencer a los diputados, al gobierno de turno y lograr que se destinara presupuesto para darle cumplimiento al mandato constitucional sobre un tema difícil de manejar.

¿Cómo se logró integrar este Comité?

La estrategia fundamental fue la de dejar a un lado la doctrina que los divide y trabajar y fortalecer en lo que todos trabajan; como es el ser humano, la construcción del tejido social, familiar y exaltar los valores, la dignidad, el respeto, la tolerancia, lo que al final ha permitido que después de casi 7 años, haya resultados positivos y un comité fortalecido que le aporta a Risaralda paz religiosa y garantía de libertad y culto como reza en la Constitución colombiana.

Para el coordinador lo más difícil fue precisamente el haber puesto de acuerdo a todos para ser parte de dicho comité, pues sus dogmas, sus doctrinas difieren unas de otras.

El Gobernador ha brindado un gran apoyo

La Administración Sentimiento de Todos le ha dado un respaldo decidido y por ello se puede decir que en Risaralda hay paz religiosa.

Además, Risaralda es el único departamento de Colombia que tiene todos los comités municipales creados, logrando así el pluralismo religioso y por ende, paz religiosa, logrando que todos los derechos estén amparados.

Los religiosos no solo hacen ruido como popularmente se cree

El sector religioso es una realidad en lo sociedad y existe no sólo para ayudar en la vida espiritual, sino también en muchas áreas más; pero resulta que trabajan sin mucho “ruido”.

La Iglesia Católica trabaja con su fundación Cáritas, con la Universidad Católica de Risaralda, con Uniminuto, hace un trabajo social grande con niños, jóvenes; La Fundación Internacional María Luisa de Moreno trabaja con los niños organizando y dotando escuelas, entregan casas, entre otras actividades.

Según John Jairo, en Colombia rehabilitar a una persona en estado de drogadicción vale 120 millones de pesos, pero las iglesias hacen un trabajo espiritual, psicológico que lleva a las personas a cambiar y de esta manera los resocializa y se reintegran a la sociedad.

“Combatimos no solo la drogadicción en las personas, sino también trabajamos en la prevención para que la gente no llegue allí”.

“Los líderes religiosos entendimos que eran más las cosas que nos unen, que las que nos separan, entendimos que trabajamos todos por el bienestar de las personas y decidimos hacerlo dejando de lado nuestras diferencias doctrinales”.




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