La gobernación de Estambul ha prohibido la 22º Marcha del Orgullo y ha ordenado el cierre del centro de la ciudad para evitar que se concentren allí lo que ha calificado como "grupos ilegales".
Así lo ha anunciado sin dar más explicaciones la oficina del gobernador, Davut Gül, cuyo cargo no es electo sino una designación por parte del gobierno conservador islamista de Turquía.
La marcha, que había sido convocada por grupos de los derechos del colectivo LGBTQI+, no había sido autorizada y estaba pensada para que transcurriera por las principales vías de la ciudad del país eurasiático. Por ello, los alrededores de la céntrica plaza de Taksim han sido cerrados al tráfico con barreras y la policía ha controlado incluso el tránsito de peatones.