Luego de que miembros de las Fuerzas Militares sacrificaran a Pancho y Chita que se "habían escapado" del bioparque Ukumarí a finales de julio, se dio luz verde para el traslado del último chimpancé del bioparque a un santuario en Brasil, para protegerlo y darle una nueva vida en un ambiente abierto y sin rejas o jaulas.
El chimpancé llamado Yoko será reubicado en el santuario de Sorocaba, situado en Sao Paulo, donde viven cincuenta grandes simios más, también rescatados de circos, zoológicos y tenedores ilegales.
En la carta, Pozas explica que la soledad deprime, estresa y enferma a los chimpancés, ya que son seres sociales y necesitan interactuar con los de su misma especie, al igual que los humanos. Por ello, la PGS ofreció el traslado al santuario de Sorocaba.
“Es viable iniciar las gestiones administrativas necesarias para la valoración del chimpancé Yoko, para su traslado al santuario de Sorocaba”, anunció.
“Esta es la última oportunidad que tiene Yoko para vivir en un santuario con otros de su especie y disfrutar de su vida y libertad, tras años de cautiverio.
¿Por qué el traslado?
Pancho, de más de 30 años, y Chita, de más de 40 años, eran dos chimpancés que habían vivido por siete años en el bioparque Ukumarí. En la noche del 23 de julio de este año se escaparon del recinto, solo hasta la mañana siguiente se conoció que fueron sacrificados por militares. Ante esta situación y la soledad en la que queda Yoko y para salvaguardar su vida, se adelantaron las gestiones para su traslado.
Las directivas del albergue animal dijeron que la fuga se debió a "una falla humana" y, aunque se siguió el protocolo para estos casos, fueron sacrificados.
Aún persisten las dudas y se está investigando. Mientras el cuidador había dicho a través de Caracol en entrevista que dardearon a los chimpancés; la gerente de Ukumarí en rueda de prensa desmintió que hubieran utilizado dardos contra los primates.