Volcán Nevado del Ruiz; cronología y evolución de la alerta



Aumento sin precedentes de sismicidad


Durante el período del 24 al 28 de marzo de 2023, el volcán nevado del Ruiz experimentó un aumento en la sismicidad asociada al fracturamiento de roca en los sectores noroccidental y suroccidental del volcán, a una distancia promedio del cráter Arenas de 4 km. Este tipo de sismicidad continuó aumentando en los días siguientes, principalmente en el sector suroccidental del volcán, a una distancia del cráter de entre 2.0 y 5.0 kilómetros, alcanzando el mayor número de sismos diarios registrados desde 2010, con un total de 6,500.

Durante los días 29 y 30 de marzo de 2023, el número y la magnitud de los sismos asociados al fracturamiento de roca incrementaron en el sector suroccidental del volcán, entre 2.0 y 5.0 kilómetros de distancia del cráter y a profundidades entre 2.0 y kilómetros respecto a la cima, alcanzando niveles sin precedentes. Se registraron un poco más de 12,000 sismos al día, siendo esta la mayor tasa diaria de sismicidad registrada desde que se inició el monitoreo sísmico en el volcán en 1985. El 30 de marzo se registró la magnitud más alta desde que comenzó a incrementarse la actividad sísmica del volcán el 24 de marzo, con 3.1. Este aspecto, sumado al análisis y evaluación integral de todos los parámetros de monitoreo, conllevó el cambio de nivel de actividad de amarillo a naranja.

Migración de magma y emisión de ceniza

Durante la primera semana de abril de 2023, la sismicidad asociada al fracturamiento de roca continuó registrándose en el sector suroccidental del volcán, con tasas diarias de entre 5,000 y 10,500 sismos hasta el 5 de abril. Durante los primeros días de la semana, la magnitud de los sismos aumentó y ha sido la mayor magnitud registrada en este sector del volcán desde 1985, con 3.9.

Paralelamente, la sismicidad que en principio estaba localizada al sur occidente del volcán, a una distancia de 2.0 a 5.0 kilómetros del cráter, empezó a acercarse a este hasta concentrarse mucho más allí, a una distancia entre 1.8 y 3.0 kilómetros y a profundidades un poco más superficiales. Luego, este tipo de sismicidad empezó a descender en número y en magnitud, mientras que la sismicidad asociada a la salida de gases volcánicos, vapor de agua y/o ceniza comenzó a aumentar, al igual que la temperatura de las anomalías térmicas en el fondo del cráter, que el 6 de abril alcanzaron valores que no se detectaban desde 2017.

Desde el Servicio Geológico Colombiano, este fenómeno fue interpretado como una posible migración de magma desde el suroccidente del volcán a través de la falla la Palestina hasta el reservorio de magma que ya había a 3 km debajo del cráter. Adicionalmente, durante esta semana se registraron varias emisiones de ceniza confirmadas

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